La fe no es un mero conocimiento, al que se puede acceder sin comprometer la propia vida. Involucra la decisión de arrojarse confiadamente en los brazos de Dios, de dejarse transformar por su gracia, de amarlo de todo corazón.

miércoles, 19 de julio de 2017

#Columna Necesitamos un cambio, más no el que está tomando fuerza

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