La fe no es un mero conocimiento, al que se puede acceder sin comprometer la propia vida. Involucra la decisión de arrojarse confiadamente en los brazos de Dios, de dejarse transformar por su gracia, de amarlo de todo corazón.

sábado, 31 de diciembre de 2016

TEXTO: Homilía del Papa en las Vísperas de la Solemnidad de María Madre de Dios y Tedeum

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