La fe no es un mero conocimiento, al que se puede acceder sin comprometer la propia vida. Involucra la decisión de arrojarse confiadamente en los brazos de Dios, de dejarse transformar por su gracia, de amarlo de todo corazón.
domingo, 12 de abril de 2015
Papa Francisco: Contemplemos la Divina Misericordia que resplandece sobre el mal
Que como el apóstol Tomás declaremos nuestra fe exclamando: "¡Señor mío y Dios mío!”.
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