La fe no es un mero conocimiento, al que se puede acceder sin comprometer la propia vida. Involucra la decisión de arrojarse confiadamente en los brazos de Dios, de dejarse transformar por su gracia, de amarlo de todo corazón.

viernes, 16 de marzo de 2018

#Columna La primera etapa de la revelación de Dios en el Antiguo Testamento. por Manuel Ocampo Ponce

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