La fe no es un mero conocimiento, al que se puede acceder sin comprometer la propia vida. Involucra la decisión de arrojarse confiadamente en los brazos de Dios, de dejarse transformar por su gracia, de amarlo de todo corazón.

domingo, 20 de noviembre de 2016

TEXTO: Homilía del Papa Francisco en la Misa de clausura del Jubileo de la Misericordia

No hay comentarios:

Publicar un comentario