La fe no es un mero conocimiento, al que se puede acceder sin comprometer la propia vida. Involucra la decisión de arrojarse confiadamente en los brazos de Dios, de dejarse transformar por su gracia, de amarlo de todo corazón.
jueves, 29 de septiembre de 2016
Ni las cigueñas se salvan de la ideología de género.
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