La fe no es un mero conocimiento, al que se puede acceder sin comprometer la propia vida. Involucra la decisión de arrojarse confiadamente en los brazos de Dios, de dejarse transformar por su gracia, de amarlo de todo corazón.

martes, 10 de noviembre de 2015

Hoy en #PuntodeVistaACI, Las finanzas del Vaticano II

No hay comentarios:

Publicar un comentario